sábado, 21 de noviembre de 2009

Examen matemáticas 2º de bachillerato análisis

Exámenes matemáticas análisis 2º de bachillerato
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Exámen física ondas y campo electrico 2º bachillerato

OPCIÓN A
PROBLEMAS
1.- Un electrón se acelera desde el reposo por la acción de una diferencia de potencial de 1000 V, penetrando
en una región del espacio donde hay un campo magnético uniforme de 0,5 T perpendicular a la trayectoria del
electrón. Determina:
a) El radio de la trayectoria del electrón en el interior del campo magnético.
b) La fuerza que el campo ejerce sobre el electrón.
c) Número de vueltas que dará el electrón en 1 segundo.
me=9,11·10-31kg; e-=1,6·10-19C
2.- Una partícula de 10 g inicia un movimiento armónico simple en el extremo de su trayectoria y tarda 0,1 s en
llegar al centro de ella. Si la distancia entre ambas posiciones es de 20 cm, calcula:
a) El período del movimiento y la frecuencia angular o pulsación.
b) La posición de la partícula 1 s después de iniciado el movimiento.
c) La energía cinética máxima.

CUESTIONES
1. Si la amplitud de un oscilador armónico se triplica, ¿en qué factor se modifica su energía? Razona la
respuesta.
2. Dos satélites absolutamente idénticos recorren órbitas alrededor de la Tierra. ¿Cuál de los dos se moverá a
mayor velocidad, el de mayor o el de menor radio orbital? Razona la respuesta matemáticamente.
3. Explica en qué consiste un ciclotrón.
4. ¿Es conservativo el campo magnético? ¿Qué consecuencias tiene?

OPCIÓN B
PROBLEMAS
1.- La ecuación de una onda armónica transversal que se propaga por una cuerda, expresada en unidades del
S.I. es: Y(x,t) = 0,03· sin (2t + 10x+π/6) Determina:
a) La frecuencia, la longitud de onda y la velocidad de dicha onda.
b) La diferencia de fase entre dos puntos de la cuerda separados una distancia de 20 cm.
c) La velocidad máxima de vibración de un punto cualquiera de la cuerda.
2.- El período orbital de Venus en su movimiento en torno al Sol es de 224,7 días, el radio medio de la órbita es
1,08·1011m. Suponiendo que la órbita sea circular, determina:
a) La velocidad orbital.
b) La masa del Sol.
c) La energía mecánica de Venus, si su masa es MVenus=4,87·1024Kg.
CUESTIONES
1. En el laboratorio del instituto medimos el tiempo que un péndulo simple de 90,0 cm tarda en describir 15
oscilaciones de pequeña amplitud. Determina el valor de la aceleración de la gravedad si dicho tiempo es
de 28,4 s.
2. Explica, con ayuda de los correspondientes diagramas, la repulsión entre dos hilos conductores rectilíneos
paralelos por los que circulan corrientes en sentidos opuestos.
3. Señala las analogías y las diferencias entre el campo gravitatorio y el electrostático.
4. Explica brevemente qué es y cómo se produce la difracción.

10. 7. La Ilustración en España.

El pensamiento ilustrado llega con retraso a España. Los reinados de Felipe V y Fernando VI
conocen precursores como Mayans o Feijóo luchando contra las leyendas en la Historia o las
supersticiones y los falsos milagros; también se crean las principales Reales Academias. Triunfa el
movimiento con Carlos III y su aportación al urbanismo madrileño, sus medidas agrícolas
(colonización de Sierra Morena), la liberalización del comercio americano o las expediciones
arqueológicas en Pompeya. De especial importancia son las Sociedades de Amigos del País
extendidas por España para defender y premiar las nuevas ideas científicas, culturales, pedagógicas
y económicas. Le apoyan en la tarea periódicos no literarios destinados a nobles, y burgueses de
buena posición, los verdaderos protagonistas de un movimiento elitista.

10.6. La política borbónica en América.

Dos aspectos destacan en la acción de los Borbones en América: el administrativo y el
económico. Entre las reformas administrativas encontramos: la pérdida de atribuciones del Consejo
de Indias, la disolución de la Casa de Contratación -tras un traslado previo de la misma de Sevilla a
Cádiz (1717)-, la división del virreinato del Perín, creándose los virreinatos de Nueva Granada y Río
de la Plata al Norte y Sur del Perú. Se forma, además, un ejército estable en puntos estratégicos y
aparecen las intendencias para asuntos fiscales, judiciales o de reclutamiento de tropas.
Se fomenta el comercio América-metrópoli: creación inicial de compañías monopolísticas al
estilo inglés, Compañía Guipuzcoana de Caracas; sistema de “registros” por el que los particulares
pueden comerciar con buques permitidos; autorización del libre comercio con la desaparición del
monopolio gaditano. Se envían gran cantidad de mercancías extranjeras lo que no impide un
importante contrabando.

10.5. Evolución de la política exterior en Europa.

Tras la Paz de Utrecht Felipe V, influido por su esposa italiana Isabel de Farnesio, intenta
recuperar las antiguas posesiones españolas en Italia. Algo que no lograría hasta que la firma del
Primer (1733) y el Segundo (1743) Pacto de Familia nos lleve a varias guerras en las que, entre otros,
el adversario será Austria a costa de la cual se obtendrá el Reino de Nápoles y Sicilia, primero, y el
Ducado de Parma, después, como territorios vinculados a la dinastía Borbón, si bien no integrados
en la Corona española.
El reinado de Fernando VI supone una época de paz, firmándose tratados con Portugal o
Inglaterra y volcado en la reestructuración, mejora y reforma de la flota.
Carlos III vuelve a los Pactos de Familia con Francia (Tercer Pacto de Familia, 1761) con lo que
se interviene en guerras coloniales contra Inglaterra en América. Se logrará así la Luisiana, primero,
y Florida y Menorca después cuando se apoye a los rebeldes, no sin cierta mala conciencia por el
precedente, en la Guerra de la Independencia Americana (1776-1783).

10.4. La práctica del despotismo ilustrado: Carlos III.

El reinado de Carlos III supone la adopción del modelo del Despotismo Ilustrado, lo que
supone la adopción de cambios importantes hechos desde arriba sin contar con la población. Se
apoyó en la nobleza ilustrada como Aranda, Campomanes o Esquilache contra el que se dirigió un
motín (1766) relacionando con medidas contra las clases pudientes como la prohibición de aumentar
bienes de manos muertas, el proyecto de contribución única y universal y otras más impopulares como el reglamento de capas y sombreros. Un año después del Motín. expulsaría a los jesuitas
acusándolos de haber instigado el movimiento y por su oposición al regalismo real. Destaca la
repoblación de Sierra Morena con 2.500 familias extranjeras -católicos austriacos y alemanes- a las
que se entregan tierras y aperos a cambio de una permanencia continuada, su apoyo a las
Sociedades de Amigos del País difusoras de la Ilustración o el urbanismo madrileño: calles
empedradas, farolas de aceite, paseos monumentales.

10.3. Reformas en la organización del Estado. La monarquía centralista.

Imitando el centralismo francés, los Borbones aprovechan el apoyo de Aragón, Valencia,
Cataluña y Baleares al pretendiente austriaco para unificar leyes y acabar con Cortes y organismos
forales imponiendo la legislación y las instituciones castellanas, estableciendo en estos territorios
Audiencias y capitanes generales. Posteriormente, Cataluña recuperó parte de su derecho particular
(Derecho civil). Por su apoyo a Felipe V el País Vasco y Navarra conservan sus privilegios forales.
Junto al centralismo, la eficacia: se vacía de contenido político a los Consejos sustituidos por las
Secretarías de Estado y de Despacho, personas trabajando directamente con el rey intermediando, a
menudo, con los Consejos restantes. Hay, inicialmente 7 secretarías que comparten poder con el
Consejo de Castilla, aún tribunal supremo y encargado máximo de la política interior. En esta tarea
es ayudado por las intendencias (provincias) encargadas de la justicia o del reclutamiento a escala
menor.

10.2. Cambio dinástico. Los primeros Borbones.

Felipe V obtuvo el reconocimiento inmediato de los habitantes de España al llegar en 1701.
Recibido con fervor en Madrid, jurará el acatamiento de los fueros de Aragón y de Cataluña. El
inicio de la guerra civil en 1705 y el triunfo filipino en 1715 transformará el modelo tradicional de
relaciones entre el rey y el reino. La monarquía afianza el absolutismo y reforma el sistema sucesorio
(Ley Sálica). Felipe V abdicará para optar al trono de Francia, recuperando la Corona tras la muerte
de su hijo Luis I (1724). En 1746, Fernando VI heredará el trono de su padre, abriendo un periodo
de paz y prosperidad. Durante su reinado se realizará el Catastro de Ensenada (ministro del Rey)
que iniciado en 1750 pretendía ofrecer un cuadro completo de la riqueza de Castilla.

10.1. La Guerra de Sucesión y el sistema de Utrecht.

A la muerte sin hijos de Carlos II de España se produce un doble conflicto por su sucesión: uno
internacional para evitar el aumento de la hegemonía francesa que enfrenta a ésta con Gran Bretaña,
Austria y Holanda y otro nacional en el que al pretendiente francés le apoyan Castilla, País Vasco y
Navarra mientras que los reinos de la Corona de Aragón apoyan al pretendiente austriaco.
Tras renunciar el futuro Felipe V a la corona francesa, producirse derrotas del bando austriaco en
España y la retirada de dicho pretendiente al convertirse en emperador además de derrotas del
bando francés en Europa se firma el Tratado de Utrecht (1713-15): Flandes, Nápoles y Milanesado
pasan a Austria y Gibraltar y Menorca a Gran Bretaña, que obtiene además concesiones en el
comercio con América (Navío de permiso y Asiento de negros). En España los Decretos de Nueva
Planta uniformizan legalmente casi todo el país.

9.5. Esplendor cultural. El Siglo de Oro.

El Siglo de Oro español, aproximadamente el último tercio del XVI y la primera mitad del XVII,
se caracteriza por la importancia del espíritu religioso contrarreformista. Es el momento de las
deslumbrantes ceremonias, a veces al aire libre como las procesiones, que muestran el poder y la
firmeza de la Iglesia Católica. Asociada a ella, se exalta la Monarquía Absoluta en actos masivos y
muy emocionales que impactan al espectador. En contrapartida, los arbitristas diagnostican los
males socioeconómicos: despoblación, presión fiscal, enriquecimiento de extranjeros, y proponen
medidas (arbitrios) para acabar con ellos.
Literariamente este momento culminante lo inicia el Quijote (novela del enfrentamiento entre lo
material y lo ideal) y se culmina con el teatro de Lope de Vega, Calderón de la Barca y la poesía tan
elaborada de Quevedo y Góngora.

9.4. Evolución económica y social.

El bajón demográfico, traído por una serie de pestes unidas a la mortandad bélica, se une a las
malas cosechas que sacuden el siglo XVII, provocando una importante crisis económica en Europa,
salvo en Gran Bretaña y Holanda por el comercio marítimo, de la que España no se recuperará
hasta 1680, especialmente en la periferia que invierte ahora a su favor la tradicional superioridad
castellana. La expulsión de los moriscos (muy dañina en Aragón y Valencia), las bancarrotas por
deudas bélicas, los problemas de la cabaña ovina y las pañerías castellanas o las alteraciones
monetarias trazan un cuadro aún más negativo.
Ante esto la nobleza reacciona endeudándose para mantener su alto nivel de vida, la burguesía
especula con la Deuda Pública o la compras de tierras y los campesinos se endeudan por los altos
impuestos o los préstamos no devueltos por las malas cosechas.

9.3. El ocaso del Imperio español en Europa.

El reinado de Felipe III significa una época de paz motivada por la muerte de Isabel de
Inglaterra y la propia ruina financiera de la Corona española. Esta tendencia se rompe en los años
20, ya en el reinado de Felipe IV, cuando los españoles entren en el conflicto religioso alemán
apoyando a la otra gran dinastía Habsburgo europea, la austriaca, al mismo tiempo que se retoman
las hostilidades contra los holandeses.
Los tratados de paz firmados al cabo de treinta años de lucha significan la independencia
holandesa y la consagración de Francia cono gran potencia europea tras la Paz de Westfalia (1648).
La de los Pirineos (1659) supondrá la entrega a Francia de Cerdaña, Artois y Rosellón y algunas
plazas flamencas. En 1668 se producirá la independencia portuguesa y después la pérdida del
Franco-Condado (1678), signos del inicio de la decadencia de los Austrias españoles.

9.2. La crisis de 1640.

En este año se produjeron dos importantes sublevaciones en Cataluña y Portugal que agravaron
aún más la situación española. En 1625, Olivares había creado un plan denominado Unión de
Armas, para distribuir los costes del ejército entre los diferentes reinos. Aragón y Valencia
aceptaron, Cataluña no. El problema se agravó tras el inicio de la guerra contra Francia (1636). En
1640, se aprobaron medidas para obligar a los catalanes a pagar así como a alojar a miles de
soldados que iban a la guerra. La revuelta estalló, primero en el campo, mas tarde en Barcelona. La
revuelta empezó a tener un carácter social. La Diputación de las Cortes catalanas llegó a un acuerdo
con Francia, que le envió soldados. En 1641 Cataluña se convirtió en un protectorado francés. El
ejército de Felipe IV tomó Cataluña en 1652 y prometió preservar sus fueros. Portugal se separó de
España el mismo año de 1640, estallando la revuelta ante la pretensión del Conde-Duque de emplear tropas portuguesas en Cataluña. La independencia de Portugal fue reconocida por España
en 1668.

9.1. Los Austrias del siglo XVII. Gobierno de validos y conflictos internos.

El siglo XVII marca la decadencia del Imperio español, que pierde su hegemonía europea.
Reinan los denominados Austrias menores, que se caracterizaron por su escaso interés y capacidad
para gobernar. Estos monarcas adoptaron la costumbre de dejar las tareas de gobierno en manos de
sus favoritos o validos, que gozaban de gran poder. Este sistema supuso el triunfo de la alta
aristocracia. Felipe III (1598-1621) dejó el gobierno del reino en manos del duque de Lerma, quien
fue sustituido por su hijo el duque de Uceda (1618). Felipe IV (1621-1665) sucedió a su padre con 16
años. Dejó el gobierno del reino en manos de Gaspar de Guzmán, el Conde-Duque de Olivares que
intentó devolver a España su papel hegemónico. La dinastía de los Austrias terminó con el reinado
de Carlos II (1665-1700), monarca enfermizo e incapaz de gobernar, durante los primeros años fue
su madre, Mariana de Austria, la que tomó el gobierno y más tarde el poder basculó entre la
influencia del valido Fernando Valenzuela, de Nithard, confesor de la Reina, y del hermanastro del
Rey, Juan José de Austria.
Durante el siglo XVII España sufrió graves problemas: descenso demográfico debido a pestes,
hambrunas, emigración a América y expulsión de los moriscos (1609). A ello se unieron los
problemas agrarios pese a la introducción de nuevos cultivos (maíz, patata). Pero el problema que
tuvo consecuencias más graves fue el déficit de la Hacienda pública. Aparecieron las voces críticas
como los arbitristas (de arbitrio, solución) pensadores que culpaban de la decadencia española a la
política exterior de la corona y al atraso económico. Fue con Felipe IV cuando la Hacienda española
sufrió graves problemas como consecuencia de las continuas guerras, durante su reinado
aumentaron los impuestos como alcabalas y millones, se impusieron otros sobre el papel sellado,
tabaco, etc. Destaca la importancia de la venta de todo tipo de cargos públicos (venalidad). A esto
hay que añadir conspiraciones nobiliarias en Andalucía.

8.5. Cultura y mentalidades. La Inquisición.

El siglo XVI fue un periodo de esplendor cultural. La fundación de la Universidad de Alcalá
(1499) abrió una época de esplendor de estas instituciones. La publicación de la Biblia políglota, la
formación de juristas y teólogos en sus aulas, el inicio del Derecho internacional (Suárez y Francisco
de Vitoria), así como el auge del pensamiento económico (Azpilicueta, Tomás de Mercado, Juan de
Mariana), son otros tantos logros de esta cultura universitaria. La literatura vive un periodo de
esplendor, apareciendo la novela picaresca (El lazarillo de Tormes) y renovándose el teatro (La
Celestina). Especial relevancia tiene el auge de la poesía mística (Santa Teresa de Jesús, San Juan de
la Cruz) que corre pareja al espíritu contrarreformista (San Ignacio de Loyola).
La Inquisición se consolidó como una poderosa herramienta para la cohesión religiosa del país.
Actuó severamente contra los judeoconversos, segó cualquier posibilidad de arraigo del
protestantismo en España y estableció una homogeneidad ideológica en torno al catolicismo de
Trento, mediante la generalización de la sospecha y de la denuncia. Fue empleada como
instrumento político por la Corona (caso de Antonio Pérez) y obtuvo un profundo reconocimiento
por parte de la sociedad de la época (familiares). Asimismo, fue eje fundamental de la propaganda
antiespañola conocida como Leyenda Negra.

8.4. Economía y sociedad en el siglo XVI.

El siglo XVI es un siglo de crecimiento demográfico. La población española creció alrededor de
un 30% en la centuria, lo que estimuló la actividad económica. El sector agrario dominaba la
economía, siendo el cultivo de cereales el más extendido. Aumentó la superficie dedicada al olivo y a
la vid. Dado el estancamiento de la productividad, la producción sólo pudo aumentarse explotando
tierras marginales que no garantizaban el abastecimiento. La Mesta siguió explotando los recursos
ganaderos, exportando las lanas a Flandes. La actividad artesanal vivió el auge de la ordenación
gremial y empezó a formarse una cierta burguesía comercial al calor del comercio con América. Sin
embargo, el aumento de la fiscalidad, las guerras con Inglaterra y Holanda y una mentalidad
orientada al ennoblecimiento, asfixiaron la actividad comercial.
La sociedad española respondía a los patrones del Antiguo Régimen. La nobleza suponía, en sus
distintos estadios, el 10% de la población, sin bien existían grandes diferencias entre grandes y títulos
y los hidalgos. Esta realidad era común en Castilla y en Aragón, si bien en ésta última existía una
clase intermedia entre la nobleza y el Estado general, los ciudadanos honrados. El clero presentaba
igualmente profundas diferencias entre sus componentes, no sólo entre alto y bajo clero sino entre
obispados y parroquias (Toledo tenía rentas 40 ó 50 veces superiores a las de Albarracín). El 87% de
la población constituía el Estado Llano o buenos hombres pecheros, donde las diferencias
económicas eran aún más acusadas. Peculiaridad española de la época fue la proliferación de los
Estatutos de Limpieza de Sangre, que diferenciaban a los cristianos viejos de los nuevos
(judeoconversos) y que eran exigidos para acceder a gran número de cargos.

8.3. El modelo político de los Austrias. La unión de reinos.

Los enormes dominios de los Austrias tenían en común únicamente la figura del rey, que tenía
todos los poderes, como corresponde a una monarquía autoritaria. El gobierno del reino se
organizaba en consejos: los territoriales (Consejo Real de Castilla, Consejo Real de Aragón,
Consejo de Indias, Consejo de Italia, Consejo de Flandes y Consejo de Portugal) y los temáticos
(Consejo de Estado -política exterior-, Consejo de Hacienda, Consejo de la Inquisición, Consejo de
Órdenes y el Consejo de Guerra). Este sistema de consejos garantizaba una considerable autonomía
a las diferentes partes del imperio pero al mismo tiempo complicaba la coordinación y la toma de
decisiones. Además los diferentes territorios tenían virreyes, que representaban a la figura del rey:
Navarra, Aragón, Nápoles, Sicilia, Cerdeña, Nueva España, el Perú. Siguieron existiendo las
Cortes de los diferentes reinos, y los municipios, donde los reyes estaban representados por el
Corregidor.

8.2. La Monarquía hispánica de Felipe II. La unidad ibérica.

Felipe II (1556-1598) fue el hijo y heredero de Carlos V. Pero su reinado tuvo características muy
diferentes. Felipe II fue un monarca absolutamente español, nacido y criado en Castilla. Tras la
abdicación de su padre los dominios austriacos fueron heredados por Fernando (hermano de Carlos
V). Por lo tanto Felipe gobernó en un imperio mucho más español. Su base fue la corona de
Castilla, donde situó la capital, Madrid, y su residencia en El Escorial. Sus principios fueron:
fortalecer el catolicismo y mantener el Imperio. Los problemas exteriores fueron continuos, con los
turcos, hasta el triunfo de Lepanto (1571); con los ingleses y la derrota de la Armada Invencible
(1588); Flandes y su deseo de independencia; su mayor triunfo fue la anexión de Portugal.
Portugal era un país con graves problemas económicos pero con enormes posesiones
ultramarinas. En 1578, el rey Sebastián de Portugal murió sin descendencia. Era un gran momento
para el viejo sueño de unir toda la Península bajo la misma corona. Felipe II consiguió que las
Cortes portuguesas le reconocieran sus derechos (Cortes de Tomar, 1581), pero hizo falta la fuerza
amenazadora del ejército. Se creó el Consejo de Portugal y el rey prometió respetar sus leyes,
instituciones y moneda. Con la unión, España tenía un nuevo poderío naval y el control de una parte
del litoral atlántico, pero estas ventajas fueron desaprovechadas. En 1640 se inició una revolución
que buscaba la independencia de España, que acabaría con la proclamación como rey del duque de
Braganza con el nombre de Juan IV.

8.1. El Imperio de Carlos V. Conflictos internos: Comunidades y Germanías.

Carlos I (1517-1556) inicia la dinastía de los Habsburgo españoles, denominados Austrias y el
nacimiento del imperio español, fruto de las herencias recibidas por este monarca: Países Bajos,
Franco Condado, Austria, corona del Sacro Imperio Romano Germánico (1519), Castilla, Aragón,
Nápoles, América. Este enorme poder no evitó que a su llegada a España no fuera visto como un rey
extranjero. En la corona de Castilla estalló en 1520 la revuelta de las Comunidades, dirigida por
Padilla, Bravo y Maldonado, que defendía la independencia de las Cortes castellanas, y a la que
puso fin la derrota en Villalar (1521). Al mismo tiempo estalló en el reino de Valencia la rebelión de
las Germanías que tuvo un carácter de revuelta social contra la nobleza.

7.4. Impacto de América en España.

El descubrimiento de América supuso un profundo impacto en la sociedad española. Las
maravillas que se contaban de las Indias atrajeron a centenares de aventureros, deseosos de hacer
fortuna en América, yendo en pos de El Dorado o de la Fuente de la Eterna Juventud. De igual
modo, la existencia de una población ajena al mensaje cristiano animó a numerosos misioneros a
evangelizar aquellas tierras, convirtiéndose en una pieza fundamental para la salvaguardia de los
indios frente a los abusos de los españoles (Fray Bartolomé de las Casas) como en la preservación de
las culturas indígenas (cuyas lenguas aprenden para transmitir el Evangelio).
América va inundar los mercados españoles y europeos con un flujo regular de productos. El oro
y, sobre todo, la plata llegarán puntualmente en la Flota de Indias, permitiendo financiar las
empresas de la Corona como aumentando los precios en los mercados europeos. Nuevos productos
como el cacao, el tabaco, el maíz o la patata atracarán igualmente en el puerto de Sevilla, obteniendo
una aceptación desigual (el maíz o la patata sólo se generalizarán a finales del siglo XVII y
comienzos del XVIII).

7.3. Gobierno y administración.

Desde el comienzo de la conquista de América, España fue imponiendo las instituciones que
existían en Castilla. Había dos virreyes, en Nueva España y el Perú, que eran la máxima autoridad
en las Indias. Eran nombrados por un periodo determinado y solían pertenecer a la nobleza
castellana. En el resto de los territorios, había gobernadores y capitanes generales. El órgano
superior era el Consejo de Indias, formado por nobles castellanos, ostentando un poder casi
absoluto durante 300 años. Este organismo llevó a cabo una enorme labor legislativa que trataba de
regular toda la vida colonial. Leyes que por otra parte no se cumplieron con excesivo rigor. El
comercio y la navegación entre España y sus posesiones americanas quedaron encargados a la Casa
de Contratación en Sevilla. El sistema judicial fue muy similar al castellano, se fundaron Audiencias
regionales, en las ciudades se crearon municipios.

7.2. Conquista y colonización.

El descubrimiento de América atrajo a numerosos castellanos deseosos de hacer fortuna.
Mediante el mecanismo de las capitulaciones, obtenían el permiso de la Corona para explorar y
conquistar nuevas tierras. En 1519, Hernán Cortés al frente de 600 hombres, 32 caballos y 10
cañones emprende la conquista del Imperio azteca. Aprovechando las rivalidades y creencias
indígenas y su indudable valía militar, logra hacerse con el control definitivo de Tenochtitlán en 1521,
incorporando México a los dominios hispanos.
En 1531, Francisco Pizarro encabezando una hueste de un centenar de hombres apresa al
emperador inca Atahualpa. Aprovechando la guerra civil entre los incas, logra hacerse con el control
de Cuzco y extenderlo a la totalidad del Imperio. En 1535, fundará Lima y completa la incorporación
de Perú al dominio español.
La colonización de América se realizará empleando fórmulas de origen español, como el
repartimiento o la capitulación, junto a otras novedosas -la encomienda (cesión de indios a un
español como siervos, obligando a éste a su evangelización)- o indígenas (la mita, trabajos forzados
de las comunidades incas). Las críticas de los misioneros al trato que recibían los indios por parte de
los españoles, llevó a las autoridades a abolir la encomienda y proteger legalmente a los indios
(Leyes de Burgos, 1512; Leyes Nuevas, 1542).

7.1. El descubrimiento de América.

El descubrimiento de América señala una nueva etapa en la historia de España, la gran época de
la colonización de ultramar. El viaje respondía a la necesidad de llegar a la India por una nueva ruta,
el oeste, libre de turcos y portugueses. El marino genovés Cristóbal Colón defendió esta idea ante
los Reyes Católicos, que finalmente aceptaron el viaje. En 1492 se firmaron las Capitulaciones de
Santa Fe que daban a Colón el título de almirante. Las carabelas, la Pinta, la Niña y la Santa María
salieron del puerto de Palos y tras varios meses de navegación llegaron el 12 de octubre a una isla que
llamarán San Salvador. En los siguientes años se sucedieron otros tres viajes. El navegante italiano
al servicio de Castilla, Américo Vespuccio, fue el primero que expuso la idea de que esas tierras eran
un nuevo continente y no las Indias.

6.5. La proyección exterior bajo los Reyes Católicos: Política italiana y norteafricana.

La política exterior de los Reyes Católicos procuró la hegemonía española en Europa occidental
en contra del dominio francés. Los matrimonios de sus hijos buscaban la alianza con otras potencias
contrarias a Francia (Inglaterra, Austria, ducado de Borgoña). Se cambió así la tradicional alianza
castellano-francesa por el antagonismo de la corona de Aragón. Aragón mantenía con Francia
disputas por el control del Rosellón y la Cerdaña, Navarra e Italia. Las guerras con Francia se
iniciaron tras la invasión francesa de los Estados pontificios y del reino de Nápoles. La actuación de
Gonzalo Fernández de Córdoba (el Gran Capitán) supuso la victoria de Fernando (1505) gracias a
las modernas estrategias militares basadas en la artillería y los tercios. Una nueva guerra en Italia
daría pie a Fernando para invadir y anexionar Navarra (1512). Por otra parte, para evitar nuevas
invasiones musulmanas con apoyo beréber, conjurar la amenaza de los turcos y permitir el dominio
político y comercial se conquistaron algunas plazas norteafricanas entre 1497 y 1510 (Melilla,
Mazalquivir, Orán, Trípoli)

6.4. La organización del Estado: Instituciones de gobierno.

Isabel y Fernando fortalecieron las instituciones bajomedievales que consolidaban el poder
monárquico. Así, en las ciudades potenciaron la figura del corregidor, que preside el ayuntamiento y
tiene funciones militares, judiciales y tributarias. En los diferentes reinos nombraron virreyes. Las
necesidades administrativas favorecieron la creación de nuevos Consejos, dando importancia
especial al de Castilla. Los secretarios fueron nombrados entre la baja nobleza y la burguesía,
desplazando del poder político a la alta nobleza. Para la administración de justicia reorganizaron las
Audiencias y potenciaron las Chancillerías (Valladolid y Granada). El Estado creado necesitaba
recursos importantes por lo que se reforzó la Hacienda (Contaduría Mayor). Las conquistas
emprendidas obligaron a una movilización militar importante, y la Santa Hermandad fue un esbozo
de ejército permanente. Las Cortes, diferentes en los distintos reinos, se reunieron cada vez menos,
siendo convocadas para recibir recursos de los súbditos. Propugnaron la unidad religiosa, y además
de la expulsión de judíos y la conversión forzosa de los mudéjares, crearon el Tribunal de la Santa
Inquisición (1478), que fue utilizado políticamente para reducir la disidencia y tenía jurisdicción
tanto en Castilla como en Aragón.

6.3. La integración de las Canarias y la aproximación a Portugal

Como el Mediterráneo para Aragón, el Atlántico era una prioridad de Castilla. Aquí chocaron
los intereses de los Reyes Católicos con la expansión portuguesa en la costa africana en busca del
comercio con las Indias. En Canarias, Castilla y Portugal disputaron por el control de las islas. Los
Reyes Católicos disputaron la soberanía de las cuatro islas de señorío y conquistaron las otras tres
(Tenerife, Gran Canaria y La Palma, islas de realengo). El Tratado de Alcaçovas-Toledo (1479) pondría fin a las disputas entre Castilla y Portugal aceptándose la soberanía castellana de las islas y
la legitimidad de Isabel en el trono, a la vez que se reservaba a Portugal el dominio de la costa
atlántica. El documento contribuyó a restaurar las relaciones entre los reinos y preparar una unión
dinástica. De esta forma, se casó Isabel (hija de los Reyes Católicos) con Manuel de Portugal, cuyo
hijo Miguel debía heredar las tres coronas. Muerto el príncipe y su madre, el rey casó de nuevo con
otra hija de los Reyes Católicos, María, con quien tuvo entre otros a Isabel. Esta Isabel de Portugal
sería la futura esposa de Carlos V y madre de Felipe II, bajo cuyo imperio se unieron los reinos
hispánicos.

6.2. La conquista del Reino Nazarí y la incorporación del Reino de Navarra

El reino granadino mantuvo prácticamente sus territorios desde el siglo XIII, salvo conquistas
cristianas como Gibraltar o Antequera. En él, las luchas internas eran frecuentes, pero se necesitó
un esfuerzo militar importante (quince mil jinetes y cincuenta mil infantes) para su conquista. Se
produjeron más asedios que batallas campales, y la utilización de la artillería fue muy importante. En
general, hubo un trato correcto con los vencidos, salvo en el caso de Málaga cuyos habitantes fueron
vendidos como esclavos al negarse a capitular. Tras un largo asedio cayó Baza en 1489 y, con ella, la
zona oriental y Almería, dominada por el Zagal, tío de Boabdil. Algunos aristócratas granadinos se
convirtieron para conservar rentas y dominios. Granada fue tomada en enero de 1492, diez años
después de comenzada la guerra. Las capitulaciones generales fueron generosas con los vencidos, a
pesar del espíritu de cruzada. Pero la convivencia duró poco: no se hicieron las conversiones
voluntariamente y el cardenal Cisneros utilizó métodos coactivos. Además, la imposición de
tributos no pactados alentó la revuelta. Sofocada en 1501, se obligó a la conversión o el exilio. Todo
ello supuso la pérdida de la mitad de la población granadina (150.000 hab.), parcialmente
compensada con cuarenta mil cristianos.
Navarra será anexionada a la Corona de Castilla en 1512, aprovechando las disputas por la
sucesión al trono navarro y el enfrentamiento entre España y Francia. Un ejército al mando del
duque de Alba invadirá Navarra que será incorporada a la Corona de Castilla, si bien mantendrá
fueros, instituciones y usos propios.

6.1. Unión dinástica: Integración de las Coronas de Castilla y de Aragón

En 1469 se casaron Fernando (hijo de Juan II de Aragón), e Isabel (hermana de Enrique IV de
Castilla) quien en 1474 se proclamará reina desatando una confrontación civil con su sobrina Juana,
a quien apoya el rey de Portugal. La batalla de Toro da la victoria a Isabel, que será reina de Castilla
con el reconocimiento de los portugueses (Tratado de Alcaçovas-Toledo, 1479). Fernando heredó la
corona de Aragón en 1479. Esta unión matrimonial inaugura una nueva organización política: la
monarquía hispánica, que aglutina las dos Coronas y en la que los reyes tienen la misma capacidad
de decisión política (Concordia de Segovia). Pero se trata de una unión personal, no institucional,
ya que cada reino sigue manteniendo sus leyes, instituciones y sistemas monetarios propios,
conservando sus fronteras como antes. Únicamente la Inquisición (1478) se consolida como una
institución común a ambas Coronas. Así, los Reyes Católicos no se denominaron Reyes de España.
En cambio, sí dieron un paso muy importante en la consolidación del poder monárquico y en la
construcción del Estado moderno, conquistando además otros reinos. También pusieron las bases,
con su política exterior común, del futuro imperio español.

5.4. Las rutas atlánticas: Castellanos y portugueses. Las islas Canarias.

El desarrollo comercial en la Europa bajomedieval provocó la búsqueda de nuevas rutas de
explotación. Así, marinos genoveses llegarán a la costa atlántica de África a mediados del siglo XIII y
los aragoneses realizarán expediciones en el XIV. Buscaban nuevas vías de acceso al oro y los
esclavos africanos, los cereales, la caña de azúcar y las especias. Los Papas alentarán, además, un
espíritu misionero. En el siglo XV serán los portugueses y castellanos los que tomen la iniciativa.
Los primeros ocuparon Ceuta (1415), Madeira (1420) y Azores (1434) y exploraron la costa buscando
el camino a las Indias, a donde llegó Vasco de Gama (1498). Enrique el Navegante potenció
extraordinariamente los estudios náuticos en Portugal. En Castilla, Enrique III permitió la
conquista de Canarias a Juan de Bethencourt (1402) como vasallo suyo, aunque esta no se completa
hasta el reinado de los Reyes Católicos. La expansión de los reinos peninsulares consiguió una
enorme riqueza para la economía europea y el desarrollo técnico favoreció el posterior
descubrimiento de América.

5.3. La expansión de la Corona de Aragón en el Mediterráneo

El desarrollo artesanal y comercial de Barcelona llevó al establecimiento de cónsules y factorías
comerciales en las principales ciudades del Mediterráneo. La corona protegió y apoyó su desarrollo
con instituciones como el Consolat del Mar. Después de las grandes conquistas de Jaime I en el
siglo XIII, se canalizaron los intereses nobiliarios y mercantiles hacia el exterior. Así, Pedro III
apoyará a napolitanos y sicilianos contra el dominio francés, y será coronado rey de Sicilia en 1282.
Por el Tratado de Caltabellota (1302) Francia y el Papado reconocen su reinado y se concede a
Jaime II la isla de Cerdeña. Más tarde (1442), será Nápoles el reino incorporado por Alfonso V. En
todo el proceso de conquistas por el dominio político y comercial en el Mediterráneo tuvo una
actuación especial un ejército de mercenarios (Almogávares), que llega a conquistar territorios en
los dominios del imperio bizantino (Atenas y Neopatria). Con estas actuaciones se consolidó una
política exterior opuesta a Francia y de expansión comercial de los aragoneses que continuarán los
Reyes Católicos y sus sucesores.

5.2. Crisis demográfica, económica y política

La economía medieval, básicamente agraria y artesanal, tenía dificultades para mantener un
crecimiento tan grande como el realizado hasta el siglo XIII. Así, años de malas cosechas y epidemias como la peste negra provocaron una importante pérdida demográfica que llevó al abandono de
tierras (despoblados, mansos ronecs). La muerte de campesinos o su huida y el fin de las conquistas
hizo perder gran parte de sus rentas a los nobles, que aumentaron su presión sobre los siervos
(malos usos, remensa) y lucharon entre sí y con el rey para obtener nuevos señoríos. Todo ello
supuso un periodo de intensa conflictividad entre campesinos y señores (guerra irmandiña) o entre
artesanos y aristocracia en Barcelona (conflicto Busca –Biga) y en general se desarrollaron guerras
civiles y ataques a las minorías (pogromos). La monarquía intentó consolidar su poder político,
pero haciendo grandes concesiones a los nobles, que consolidaron su poder económico y social con
instituciones como la Mesta (defensa de intereses ganaderos) y el Mayorazgo, que protege sus
propiedades.

5.1. La organización política. Las instituciones

Desde el siglo XIII, la monarquía castellana intenta consolidar su poder con nuevas
formulaciones jurídicas (Partidas, Ordenamiento de Alcalá). Los reyes ampliarán su Corte con
cargos como Mayordomo (patrimonio), Chanciller (administración) o Condestable (milicia),
ostentados por una nobleza de servicio. El Consejo Real sirve de consulta y apoyo al rey y la
Audiencia imparte la justicia en su nombre. Las Cortes tendrán una importancia menor: no tienen
capacidad legislativa y los estamentos nobiliario y eclesiástico intervienen cada vez menos. Son los
procuradores de las ciudades los más activos, pues el monarca les solicita impuestos que conceden a
cambio de mantener su poder en los Concejos como regidores municipales. En ellos se disfrutaba
una autonomía favorecida por los Fueros. A partir de ahora, el rey comenzará a controlarlos
mediante la figura del Corregidor. El progresivo aumento del poder político del rey y la
consolidación del Estado, a pesar de las protestas nobiliarias, no supuso una pérdida del poder
económico y social de los nobles.
En la Corona de Aragón, los distintos territorios que la conformaban (los reinos de Aragón,
Valencia, Mallorca y el Principado de Cataluña) estaban dirigidos por un Lugarteniente (virrey en
Mallorca). Como en Castilla, el Consejo Real y la Audiencia servirán de apoyo a la acción de
gobierno, pero aquí una mayor tradición de las estructuras feudales favoreció que se mantuviera el
poder político de la nobleza. Así, las Cortes son convocadas con más frecuencia y el estamento
nobiliar interviene en la labor legislativa y en la política de expansión exterior necesitada de su ayuda
económica. Este funcionamiento político se conoce como pactismo y en 1283 obligó a Pedro III a
jurar el Privilegio General y los Fueros, así como a aceptar al Justicia Mayor de Aragón, defensor
del estamento nobiliar. Las Cortes tuvieron un organismo permanente para vigilar los acuerdos
alcanzados que acabó consolidándose como órgano de gobierno (Generalitat en Cataluña).
Igualmente, las ciudades disfrutaron de autonomía y se institucionalizó en ellas el poder de los
mayores propietarios (Consejo del Ciento barcelonés).

4.5. Manifestaciones artísticas

A lo largo del siglo XI, se desarrollará un nuevo estilo artístico, de influencia europea, donde se
sintetizan elementos del arte romano, bizantino y prerrománico.
La arquitectura románica se caracterizará por emplear el muro (básico de sostén), la columna, el
arco de medio punto y la bóveda de cañón. Destacan la catedral de Santiago de Compostela, los
monasterios de Leyre y Santo Domingo de Silos y las iglesias de San Martín de Fromista y San
Clemente de Tahull.
La escultura románica esa antinaturalista, con papel decorativo y doctrinal en los templos,
recubriendo capiteles, tímpanos y arquivoltas de las puertas; también encontramos tallas de madera
polícroma, marfil y orfebrería. Destaca el conjunto escultórico de Santiago.
La pintura es igualmente antinaturalista, sin perspectiva, con trazos lineales y colores planos.
Destacan los frescos de San Isidoro de León (“Capilla Sixtina” del románico) y los de la iglesia de
San Clemente de Tahull.
Desde finales del siglo XII, se desarrollará un nuevo estilo artístico, el gótico, expresión de una
nueva sociedad marcada por el incipiente desarrollo de la burguesía y el comercio en el marco de las
nuevas ciudades.
La arquitectura se caracteriza por la luz y los espacios verticales, gracias a innovaciones
constructivas: arco ojival, bóveda de crucería y arbotantes, que liberan los muros, que se pueden
cubrir con vidrieras (luz coloreada), y ampliar considerablemente la altura de los edificios (catedrales
y edificios civiles). Destacan las catedrales de Burgos, León, Toledo, Gerona, Barcelona y Palma de
Mallorca.
La escultura y la pintura trascienden el antinaturalismo románico proporcionando mayor
movilidad a los elementos representados en obras religiosas y civiles. Divinidad humanizada, belleza
ideal y serena dentro de ciertos convencionalismos.

4.4. Diversidad cultural: Cristianos, musulmanes y judíos

La sociedad medieval presentaba una fuerte tendencia a la homogeneidad religiosa y cultural.
Sin embargo, fue común la coexistencia de distintos grupos (cristianos, judíos y mudéjares) en las
distintas poblaciones cristianas. Coexistencia conflictiva pues abundaron los casos de persecuciones
y enfrentamientos, viviendo las distintas comunidades física y jurídicamente separadas. No
obstante, existieron iniciativas para conocer y estudiar la cultura ajena, movidas las más de las veces
por un ánimo polémico. En la Escuela de Traductores de Toledo, creada en el siglo XII, se
realizaron traducciones del árabe al hebreo, griego o latín. El proceso era complejo, pues exigía
muchas veces una doble traducción (del árabe al hebreo y de éste al latín) El judío Juan Hispalense y
el clérigo Gundisalvo tradujeron las obras de Avicena, Alfarabí, Algacel y Ptolomeo; se realizaron
traducciones del Corán, así como de libros de Astronomía, Matemáticas, Medicina o Geografía. En
el siglo XIII, Miguel Scoto, auxiliado por el judío converso Andrés, traducía las obras de Averroes.
Gracias a esta actividad, la ciencia árabe llegó a Europa y los tratados griegos y latinos pudieron
salvarse y llegar hasta nosotros.

4.3 Las formas de ocupación del territorio y su influencia en la estructura de la propiedad. Modelos de repoblación y organización social.

La repoblación se iniciará de forma espontánea en el siglo IX, ocupándose territorios
despoblados mediante presura o aprisio (en la zona oriental). Esta suponía la ocupación del
despoblado tras su desbroce y puesta en explotación. Realizada por pequeños grupos familiares o monásticos, fue incorporando fórmulas jurídicas que sancionarían la propiedad del repoblador
(Cum cornu et albende rege, confirmación posterior ante el rey o su representante). Esta primera
repoblación permitirá la expansión de la pequeña propiedad campesina, desarrollándose el señorío
sólo en un segundo momento.
El poder político se encargará pronto de encauzar esta actividad repobladora. El territorio de las
Extremaduras se repoblará mediante la concesión de fueros o cartas pueblas, que otorgaban
privilegios a los repobladores. Tras la conquista de Toledo, la ocupación del territorio entre el Tajo
y el Guadiana se dejó en manos de las Órdenes Militares. La repoblación de Andalucía se realizó
mediante la concesión de tierras por parte de la monarquía (donadíos) o por repartimientos. En la
zona oriental se siguieron procedimientos similares a los castellanos.
La sociedad medieval hispana respondía a la división estamental propia del medievo. Un grupo
de guerreros, que incluía a la alta y baja nobleza (infanzones) –así como a la caballería villana que
pronto accedió a la infanzonía–, clérigos y campesinos, donde abundaban los propietarios, en un
primer momento, para generalizarse posteriormente la dependencia.

4.2 Principales etapas de la Reconquista

La Reconquista es la ocupación militar por parte de los poderes cristianos de los territorios
musulmanes de la Península. Se iniciaría en el siglo XI, aprovechando la debilidad de las taifas
musulmanas. Tras la conquista de Toledo (1085), la expansión cristiana se frenará debido al empuje
de almorávides y almohades. El territorio entre el Tajo y el Guadiana será ocupado de forma
inestable por las Órdenes Militares. Tras la victoria cristiana en las Navas de Tolosa (1212), se
iniciará la conquista de Andalucía, que se culminará con la toma de Granada en 1492.
En la zona oriental, Zaragoza se conquistó en 1118. El gran salto en el Mediterráneo se produce
en el siglo XIII, cuando el monarca de Aragón, Jaime I, dirigirá la ocupación de Mallorca (1229) y de
Valencia (1238), participando en la ocupación de Murcia a favor de su yerno Alfonso X de Castilla.

4.1. Los primeros núcleos de resistencia

Tras la invasión musulmana (711) van a surgir diferentes núcleos de resistencia. El primero se
organizará en Asturias, en torno a la figura de Pelayo y a la batalla de Covadonga (722). El origen de
este reino es difícil de precisar, hallando tanto influencias góticas como indígenas. La monarquía
asturiana se consolidará en torno a una familia (Pelayo-Pedro) y se expandirá por el Cantábrico y el
valle del Duero, a donde llegará en 910, transformándose entonces en reino astur-leonés.
En torno a Pamplona surgirá otro foco de resistencia al poder musulmán, si bien más tardío.
Durante el siglo VIII, el territorio pirenaico vivió bajo la dependencia del poder franco o el
musulmán de Zaragoza, obteniendo la independencia a comienzos del siglo IX, con Iñigo Arista.
En la zona oriental del Pirineo se constituye la Marca Hispánica, bajo dominio franco. A finales
del siglo IX, Vifredo el Velloso se independizará de la tutela carolingia.

3.5. La mezquita y el palacio en el arte musulmán

Las ciudades musulmanas (medinas) estaban articuladas en torno a tres ejes fundamentales: el
palacio o alcazaba, la mezquita aljama y el mercado o zoco. Las distintas ciudades de al-Andalus
contarán con una alcazaba que ejercerá funciones militares y residenciales del gobernador musulmán. Caso especial lo constituyen los complejos palaciegos de Córdoba (Medinat al-Zahra)
en época califal o la Aljafería de Zaragoza durante el periodo de Taifas.
La mezquita es el centro de la vida religiosa de las ciudades andalusíes. Aunque los distintos
barrios cuentan con pequeñas mezquitas, la gran mezquita aljama concentraba la oración de los
viernes. Destaca sobre todas la mezquita de Córdoba, erigida sobre la antigua catedral visigoda y
que fue progresivamente ampliada a lo largo del periodo omeya. Las mezquitas han permitido a los
investigadores estimar la población de las ciudades musulmanas. Las mezquitas andalusíes
mantenían el esquema típico de esta construcción musulmana: un patio o sahn donde se encuentra
la fuente para las abluciones (sabil), la escuela coránica (madraza) y el alminar o minarete; el haran o
recinto sagrado se divide en qibla –muro orientado a La Meca-, mihrab –hornacina donde se
conserva el Corán-, la Mansura –espacio para las autoridades- y el mimbar o púlpito

3.4. El legado cultural

Los musulmanes introducirán en la Península elementos culturales propios y asimilados de los
territorios conquistados (griegos, persas e indios). El esplendor cultural se alcanza en la época califal
y es continuado durante el periodo de las Taifas. Emires, califas y reyes protegen las artes y las
ciencias. La poesía se renueva en torno al zéjel y la muwasaha (Ibn Quzman). Se introduce la
numeración actual, el álgebra y la trigonometría (al-Mayrití). Se recuperan y traducen obras
grecorromanas (p.e. el tratdo médico de Discórides). Averroes, la gran figura intelectual de la
Córdoba califal, sobresaldrá como comentarista de Aristóteles. Destacan también la Historia
(Aybar Maychmua), la Geografía (viajes de Ibn Jaldún) y la ciencia jurídica. Al-Hakam II crea una
de las mayores bibliotecas entonces conocidas.

3.3. La organización económica y social

La organización social andalusí se articula alrededor de un triple eje: étnico, religioso y jurídico.
Así, se reconocía una minoría de origen árabe que acaparaba las mejores tierras de la Península y los
principales cargos administrativos. Los beréberes se establecieron principalmente en las cuencas del
Duero y del Tajo, manteniendo enfrentamientos con árabes y con muladíes. Por último, la mayor
parte de la población la constituían los muladíes, descendientes de los hispano-godos.
Desde el punto de vista religioso, se diferenciaba entre musulmanes (árabes, beréberes y
muladíes) y dimníes o protegidos (cristianos –mozárabes- y judíos). Estos últimos se hallaban en una
situación de inferioridad social, obligados al pago de impuestos especiales y a portar símbolos de su
inferioridad. Esta desigualdad estimuló el proceso de conversiones al Islam, sobre todo a partir del
siglo IX.
Por último, en al-Andalus se diferenciaba entre libres y esclavos, siendo estos últimos prisioneros
procedentes de las razzias musulmanas o adquiridos en los mercados esclavistas de las grandes
ciudades.
Los musulmanes mejoraron las instalaciones de regadío existentes en la Península, alcanzando
grandes rendimientos hortofrutícolas. El aceite y los cereales se complementaron con nuevos
cultivos: arroz, agrios, algodón y azafrán. La estructura económica se articulaba en torno a las
ciudades con artesanía de damasquinados, pieles, papel o tejidos y el comercio (zocos), con
importantes puertos (Almería, Málaga y Sevilla) que restablecen el comercio con Oriente. Las
actividades se vieron facilitadas por una intensa circulación monetaria de base bimetálica (dirham y
dinar) y una densa estructura urbana (Córdoba llegó a casi 100.000 habitantes)

3.2. La crisis del siglo XI. Reinos de Taifas e Imperios norteafricanos

En 1031, ante la ilegitimidad dinástica de los sucesores de Almanzor, el califato se disgregó en
treinta pequeños estados, las Taifas, siendo los más importantes Zaragoza, Valencia, Toledo,
Badajoz, Denia, Granada y Sevilla. El componente étnico y tribal caracterizó la separación.
Abundaron las de origen árabe y muladí, como los reinos de al-Mutamid de Sevilla y Sulayman de
Zaragoza. Las taifas beréberes se situaron en Badajoz y Granada y las eslavas en el levante
mediterráneo.
La debilidad militar y el enfrentamiento entre las taifas obligaron al pago de parias a los
cristianos para garantizar periodos de paces, treguas o alianzas. Esta debilidad llevó a algunas taifas
a solicitar ayuda al imperio norteafricano almorávide, para hacer frente al emergente poder cristiano,
especialmente el castellano (Alfonso VI conquista Toledo en 1085).
Los almorávides, liderados por Yusuf ben-Tashufin, derrotan en Sagrajas (1086) a los castellanos
de Alfonso VI, sometiendo posteriormente a las Taifas a su poder. La derrota cristiana en Uclés
(1108) afianzó el dominio almorávide de al-Andalus. En 1144, ante las dificultades de los almorávides
en África, se inicia un nuevo periodo de disgregación del poder (Segundas Taifas).
Los almohades, nuevo poder hegemónico en el norte de África, ocuparán la Península en el siglo
XII. La derrota castellana de Alarcos de 1195 marca el cenit del dominio almohade. La derrota
musulmana en Las Navas de Tolosa (1212) ante una coalición de reyes cristianos (Castilla, Aragón y
Navarra), abrió el camino al desmoronamiento del poder almohade y al inicio de un nuevo periodo
de Taifas, preludiando también la ocupación castellana del Guadalquivir en el siglo XIII.

3.1. Evolución política: Conquista, Emirato y Califato de Córdoba

En 711, Tarik (apoyando a un sector nobiliario que se opone a Rodrigo) al frente de 7.000
beréberes desembarca en Gibraltar, derrota al rey Rodrigo en Guadalete y entra en Toledo. En 712,
Musa con 18.000 árabes y beréberes toma Sevilla, Mérida y Zaragoza., acabando con la resistencia
visigoda en el periodo que va de 712 a 725. Al-Ándalus se integrará como una provincia en el Califato
de Damasco. La mayoría de la población hispanogoda se iría convirtiendo al islamismo (muladíes)
al pagar menos impuestos u obtener la libertad (siervos).
Después de una etapa de inestabilidad política, -luchas civiles, revuelta beréber, malas cosechas,
derrota de Poitiers (732)-, el príncipe omeya Abd al-Rahman I se proclama emir de Córdoba (756),
independiente de Bagdad. Sus sucesores hacen frente a rebeliones (Ibn Hansún) y la presión franca
en Pirineos. Es un periodo de economía próspera, esplendor cultural y centralización
administrativa.
En 929, Abd al-Rahman III se proclama Califa, independizándose religiosamente de Bagdad.
Al-Andalus llega al cenit político, económico y cultural, reunificando el reino y frenando la
expansión asturleonesa. Los reinos cristianos le rinden vasallaje. Un poderoso ejército, una marina
importante y una eficaz administración son los instrumentos del poder califal. Almanzor (978-1002)
hachib de Hixem II es el máximo exponente de la política belicista, pero a su muerte precipitará el
fin del Califato.

2.4. Las invasiones bárbaras. El reino visigodo: Instituciones y cultura

Desde comienzos del siglo V, el dominio romano sobre la Península Ibérica se verá sustituido
por la presencia de distintos pueblos germánicos. Primero los suevos, vándalos y alanos (407) y
luego los visigodos (418) dejarán sentir su influencia sobre las comunidades hispano-romanas. Será a
partir del reinado de Leovigildo (568-585) cuando el dominio visigodo se extienda de manera
efectiva a la mayor parte del territorio peninsular.
La monarquía visigoda era electiva, según quedó regulado en el IV Concilio de Toledo (633). Sin
embargo, son numerosos los casos de usurpaciones del poder real, así como de sucesión directa de
padres a hijos.
Junto con la Monarquía, los Concilios suponían la otra gran institución visigoda. Las reuniones
de obispos no sólo trataban de asuntos religiosos, sino que se imbricaban profundamente en las
relaciones monarquía-nobleza. Concilios fundamentales fueron el III de Toledo (589; conversión al
catolicismo) y el IV de Toledo (633; regulación acceso al trono).
El monarca se veía acompañado por el Aula Regia, reunión de aristócratas godos que debían
asesorar al rey. De ella surgía el Oficio Palatino, cuyos miembros detentaban los cargos principales
de la administración central.
En los distintos territorios la administración goda se hacía presente mediante duces, comes
civitates y obispos, con funciones políticas locales.
En el plano cultural en el periodo visigodo, destacan las obras de Isidoro de Sevilla
(Etimologías) y Braulio de Zaragoza, así como la creación de una rica arquitectura (hoy casi
desaparecida) y una importante labor artesanal (orfebrería)

2.3. Conquista y romanización: la pervivencia del legado cultural romano en la cultura hispánica

Roma conquistó la Península Ibérica en un largo proceso que se extiende desde el 218 al 19 a.C.
Tres etapas enmarcan este periodo: la II Guerra Púnica (218-202 a.C.), las Guerras Celtíberas
(155-133 a.C.) y Lusitanas (150-139 a.C.), y las Guerras Cántabras (29-19 a.C.). A lo largo de este
tiempo, Roma fue incorporando a su dominio a los distintos pueblos prerromanos, alternando la
presión militar con el pacto político.
Las tradiciones culturales de los distintos pueblos peninsulares se fueron adaptando
progresivamente a las pautas culturales romanas, en un proceso conocido como romanización. El
proceso se extendió a lo largo de todo el periodo de dominación romana y el grado de asimilación de
la cultura romana fue diferente entre los pueblos hispanos.
La más evidente señal de romanización fue la generalización del latín. Si bien durante época
republicana las lenguas iberas eran predominantes, en el Imperio el latín fue desplazando a las
lenguas indígenas, sobre todo entre las elites. Sin embargo, no desapareció un fuerte sustrato
lingüístico prerromano.
El derecho romano se impuso de forma determinante en la Península, modelando las
instituciones políticas, y su influjo se deja sentir hasta la actualidad.
La literatura latina halla también en la Península a algunos de sus autores más destacados como
Séneca, Marcial o Quintiliano.

2.2. Pueblos prerromanos. Colonizaciones históricas: Fenicios, griegos y cartagineses

La protohistoria peninsular (800-218 a.C.) es rica en manifestaciones culturales. Tartessos (Ora
Marítima) era una cultura extendida por el sur peninsular, de gran riqueza ganadera y minera, que
comerciaba con fenicios y griegos y se organizaba políticamente como monarquía (Argantonio).
Decayó en el siglo VI a.C.
La cultura ibera (ss. V-III a.C.) se extendió por el litoral mediterráneo, abarcando a numerosos
pueblos con diferente organización política, pero similitudes económicas y de hábitat. Mantuvieron
estrecho contacto con los colonizadores griegos y cartagineses.
En el interior de la Meseta se desarrolló la cultura celtíbera, donde las influencias de los
colonizadores se atenuaban. Eran pueblos de economía agraria pobre, organización política
gentilicia y hábitat castreño (Numancia). Compartían estos rasgos con los pueblos del área celta (N
y O de la península), dónde el primitivismo era aún más acusado.
Los colonizadores más antiguos en la península fueron los fenicios (ss. VIII-VI a.C.), que
acudieron en busca de metales. Fundaron numerosas ciudades en el sur, como Gades, Sexi o
Abdera, y parece que introdujeron la metalurgia del hierro y el torno de alfarero en la península.
La colonización griega es posterior (ss. VI-III a.C.) y se extendió por la costa mediterránea, desde
la desembocadura del Segura al cabo de Rosas. La colonia más antigua es Emporion (Gerona),
fundada por colonos marselleses. Comerciaron con los pueblos iberos y dejaron una profunda
influencia en esta cultura (arte, lengua, signos culturales).
Los cartagineses se establecieron en la península desde el siglo IV a.C., sustituyendo a los
fenicios. El carácter comercial de la primera colonización cambió a partir del siglo III a.C., cuando
los cartagineses hicieron de la península una importante base para su enfrentamiento con Roma.

2.1. El proceso de hominización en la Península Ibérica: Nuevos hallazgos

El descubrimiento en el yacimiento de Atapuerca (Burgos) de los restos de una nueva especie de
homínido, el Homo antecessor, ha retrasado la aparición del ser humano en Europa hasta el
1.200.000 BP. La industria lítica asociada a las culturas del Paleolítico Inferior en la Península
(1.200.000-100.000 BP) se caracteriza por la talla de bifaces sobre núcleos de sílex. Yacimientos
destacados del periodo son Atapuerca, Nerja o Lisboa.
Durante el Paleolítico Medio (100.000-35.000 BP), encontramos el complejo cultural
musteriense, asociado al Homo Neanderthalensis, cuyo útil más característico es la raedera,
realizada sobre lascas con una técnica más compleja. Yacimientos destacados de este periodo son el
de Gibraltar y el de Cueva Morín (Cantabria).
En el Paleolítico Superior (35.000-8.000 a.C.) hallamos culturas materiales asociadas al Homo
sapiens (Cromagnon). Fabrican sus útiles con técnicas novedosas (microlitos sobre láminas) y
nuevos materiales (huesos). Aparecen también las primeras manifestaciones de arte rupestre.
Yacimientos del periodo son los de Altamira y El Castillo (Cantabria).

Epígrafes historia de españa PAU 2009- 2010 2º bachillerato

Epígrafes PAU 2009- 2010 Historia de España 2º Bachillerato

2.La Prehistoria y la Edad Antigua.
2.1. El proceso de hominización en la Península Ibérica: Nuevos hallazgos.
2.2. Pueblos prerromanos. Colonizaciones históricas: Fenicios, griegos y cartagineses.
2.3. Conquista y romanización: La pervivencia del legado cultural romano en la cultura hispánica.
2.4. Las invasiones bárbaras. El reino visigodo: Instituciones y cultura.
3. La Península Ibérica en la Edad Media: Al-Ándalus.
3.1. Evolución política: Conquista, Emirato y Califato de Córdoba.
3.2. La crisis del siglo XI. Reinos de taifas e imperios norteafricanos.
3.3. La organización económica y social.
3.4. El legado cultural.
4. La Península Ibérica en la Edad Media: Los reinos cristianos.
4.1. Los primeros núcleos de resistencia.
4.2. Principales etapas de la reconquista.
4.3. Las formas de ocupación del territorio y su influencia en la estructura de la propiedad.
Modelos de repoblación y organización social.
4.4. Diversidad cultural: Cristianos, musulmanes y judíos.
5. La Baja Edad Media. Crisis de los siglos XIV y XV.
5.1. La organización política. Las instituciones. [Incluye reino de Castilla y corona de Aragón]
5.2. Crisis demográfica, económica y política.
5.3. La expansión de la Corona de Aragón en el Mediterráneo.
5.4. Las rutas atlánticas: Castellanos y portugueses. Las Islas Canarias.
6. Los Reyes Católicos: La construcción del Estado moderno.
6.1. Unión dinástica: Integración de las Coronas de Castilla y de Aragón.
6.2. La conquista del Reino Nazarí y la incorporación del Reino de Navarra.
6.3. La integración de las Canarias y la aproximación a Portugal.
6.4. La organización del Estado: Instituciones de gobierno.
6.5. La proyección exterior. Política italiana y norteafricana.
7. Expansión ultramarina y creación del imperio colonial.
7.1. El descubrimiento de América.
7.2. Conquista y colonización.
7.3. Gobierno y administración.
7.4. Impacto de América en España
8. La España del siglo XVI.
8.1. El Imperio de Carlos V. Conflictos internos: Comunidades y Germanías.
8.2. La monarquía hispánica de Felipe II. La unidad ibérica.
8.3. El modelo político de los Austrias. La unión de reinos
8.4. Economía y sociedad en la España del siglo XVI.
8.5. Cultura y mentalidades. La Inquisición.
9. La España del siglo XVII.
9.1. Los Austrias del siglo XVII. Gobierno de validos y conflictos internos.
9.2. La crisis de 1640.
9.3. El ocaso del Imperio español en Europa.
9.4. Evolución económica y social.
9.5. Esplendor cultural. El Siglo de Oro.
10. La España del siglo XVIII.
10.1. La guerra de Sucesión y el sistema de Utrecht.
10.2. Cambio dinástico. Los primeros Borbones.
10.3. Reformas en la organización del Estado. La monarquía centralista.
10.4. La práctica del despotismo ilustrado: Carlos III.
10.5. Evolución de la política exterior en Europa.
10.6. La política borbónica en América.
10.7. La Ilustración en España.
Temas
11. La crisis del Antiguo Régimen.
11.1. La crisis de 1808. La Guerra de la Independencia y los comienzos de la revolución liberal.
11.2. Las Cortes de Cádiz y la Constitución de 1812.
11.3. Fernando VII: Absolutismo y liberalismo.
11.4. La emancipación de la América española.
12. La construcción y consolidación del Estado liberal.
12.1. El reinado de Isabel II. La oposición al liberalismo: Carlismo y guerra civil. La cuestión foral. Construcción y evolución del Estado liberal.
12.2. El Sexenio democrático (1868-1874): Intentos democratizadores. La revolución, el reinado de Amadeo I y la Primera República.
12.3. El régimen de la Restauración. Características y funcionamiento del sistema canovista.
La oposición al sistema. Nacimiento de los nacionalismos periféricos. Guerra colonial y crisis de 1898.
13. Transformaciones económicas y cambios sociales en el siglo XIX y primer
tercio del siglo XX.
13.1. Transformaciones económicas. Proceso de desamortización y cambios agrarios. Las peculiaridades de la incorporación de España a la revolución industrial. Modernización de las infraestructuras: El impacto del ferrocarril.
13.2. Transformaciones sociales. Crecimiento demográfico. De la sociedad estamental a la sociedad de clases. Génesis y desarrollo del movimiento obrero en España.
13.3. Transformaciones culturales. Cambio en las mentalidades. La educación y la prensa.
14. La crisis del Estado liberal, la Segunda República y la guerra civil.
14.1. Panorama general del reinado de Alfonso XIII. Intentos de modernización. El Regeneracionismo. Crisis y quiebra del sistema de la Restauración. La Guerra de Marruecos. La dictadura de Primo de Rivera. 14.2. La Segunda República. La Constitución de 1931. Del bienio reformista al radical-cedista. La Revolución de 1934. Las elecciones de 1936 y el Frente Popular. Política de reformas y realizaciones culturales.
14.3. La sublevación militar y el estallido de la guerra civil. El desarrollo de la guerra: Etapas y evolución de las dos zonas. La dimensión política e internacional del conflicto. Las consecuencias de la guerra.
15. La dictadura franquista.
15.1. La creación del Estado franquista: Fundamentos ideológicos y apoyos sociales. Evolución política y coyuntura exterior. Del aislamiento al reconocimiento internacional. El exilio.
15.2. La consolidación del régimen. Las transformaciones económicas: De la autarquía al desarrollismo. Los cambios sociales.
15.3. Elementos de cambio en la etapa final del franquismo. La oposición al régimen. Evolución de las mentalidades. La cultura.
16. La España actual.
16.1. La transición a la democracia. La Constitución de 1978. Principios constitucionales y desarrollo institucional. El estado de las autonomías y su evolución.
16.2. Los gobiernos democráticos [desde las elecciones de marzo 1979]. Los desafíos del golpismo y del terrorismo. Cambios políticos, sociales y económicos. Cultura y mentalidades.
16.3. La integración de España en Europa. España en la Unión Europea. El papel de España en el contexto internacional.

Conceptos estructura atómica y cristalina- Tecnología industrial 2º bachillerato

Modelo PAU 2003 madrid
1- Define brevemente los siguientes conceptos:
- Enlace iónico, covalente y metálico.
El enlace iónico se produce por la consecuencia de la unión de un metal con un no metal.
El enlace covalente se produce por la consecuencia de la unión de 2 no metales
El enlace metálico como su nombre indica, se produce a consecuencia de la unión entre 2 metales.
-Estado amorfo y cristalino
El estado amorfo significa que los átomos de una estructura o red estructural no están ordenados
El estado cristalino significa que todos los átomos están ordenados o forman redes.
-Isomorfismo y alotropía. Ejemplos:
Isomorfismo significa que los átomos o varios elementos tienen la misma estructura. Es regular y repetido en el espacio y sigue formas geométricos definidas. Ejemplo:cromo
Alotropía significa que varios elementos no poseen la misma estructura. Ejemplo: hierro

Corrosion - Procedimientos de proteccion- Tecnología industrial 2º bachillerato

La corrosión propiamente dicho es una oxidación que se produce en los materiales que a diferencia de la oxidación el agente corrosivo se disuelve por el material.
Para evitar la corrosión nos basaremos en lo siguiente:
1- Protección por recubrimientos metálicos:
  • TRATAMIENTO PRELIMINAR: pulido, desengrasado, decapado
  • METALIZACIÓN DE PIEZAS: Electrólisis: Cobreado, Cincado, estañado, niquelado, cadmiado, cromado duro
  • Por inmersión en baño: Estañado, galvanizado, emplomado
  • Otros: Metalización a pistola, cementación, chapeado.
2- Protección por recubrimientos no metálicos:
  • Pinturas y barnices
  • Esmaltado
  • Oxidación superficial
  • Fosfatación
3- Protección empleando inhibidores:
  • Anódicos
  • Catódicos
4-Protección empleando pasivadores:
  • Minio
  • Cromato de cinc
5-Protección catódica:
  • Con corriente exterior
  • Con ánodos de sacrificio
6-Protección empleando metales autoprotectores:
  • Empleando materiales con metales puros ( ni, cr, al) o aleciones como bronces o latones

Redes cristalinas de los metales- Tecnología industrial 2º bachillerato

Las redes cristalinas de lso metales se dividen en:
Red cúbica centrada (RC) o centrada en el cuerpo: Este tipo de redes es típica del hierro alfa, Cr, Mo, V W y en lo más general de los metales más duros.
Red cúbica centrada en las caras (RCC): Este tipo de redes es característica del hierro gama, Al, Ag, Pt, Ni, Pb, Cr, Au y en lo más general de los metales más dúctiles.
Red Hexagonal Compacta (RHC): Este tipo de redes es característica del Cd, Co, Mg, Zn, Ti, y por lo general los metales más frágiles.

Platon- Fedón - Texto reminiscencia modelo pau 2009- 2010 filosofía 2º bach

«–El razonamiento nuestro de ahora no es en algo más sobre lo igual en sí que sobre lo bello en sí,y lo bueno en sí, y lo justo y lo santo, y, a lo que precisamente me refiero, sobre todo aquello que etiquetamos “eso lo que es “, tanto al preguntar en nuestras preguntas como al responder en nuestras respuestas. De modo que nos es necesario haber adquirido los conocimientos de todo eso antes de nacer (…) Y si es que después de haberlos adquirido antes de nacer, pienso, al nacer los perdimos y luego al utilizar nuestros sentidos respecto a esas mismas cosas recuperamos los conocimientos que en un tiempo anterior ya teníamos, ¿acaso lo que llamamos aprender no sería recuperar un conocimiento ya familiar? ¿Llamándolo recordar lo llamaríamos correctamente?»
1. Exponer las ideas y la estructura argumentativa del texto propuesto.

La principal idea del texto el la Reminiscencia, es decir, el alma tiene recuerda la permanencia en el mundo de las ideas pero al introducirse en el cuerpo es olvidado. Es una de las pruebas da la inmortalidad del alma.

La estructura del texto comienza con una serie de ejemplos para después poder explicar como el alma tiene conocimientos antes de nacer, y al nacer los perdemos. Mientras el alma este en la cárcel del cuerpo deberá recordar los conocimientos para llegar a la purificación (alegoría de la línea) VI República.

2. Explicar el problema del conocimiento en Platón y desarrollar sistemáticamente las principales líneas de su pensamiento.

Para explicar el problema del conocimiento en Platón tenemos que tener en cuenta la división que hace entre los dos mundos:
-El mundo de las ideas.
-El mundo de las cosas.
A las relaciones de estos dos mundos se les denomina inmanencia, En la cual estuvo de acuerdo con Sócrates en que la esencia de las cosas de encontraba en ellas mismas. La otra relación es la trascendencia donde nos dice que la esencia de las cosas existe necesariamente en el mundo de las ideas y que lo que vemos en el mundo de las cosas son copias.
Este filósofo nos lo explica en el Mito de la caverna (libro VII de la República).

Como he mencionado anteriormente es muy importante la Reminiscencia, el alma que pertenece al mundo de las ideas tiene todo el conocimiento, pero al introducirse por azar en el cuerpo pierde el conocimiento que poseía en el mundo de las ideas. Para poder recuperar el conocimiento perdido, Platón nos lo cuenta en la alegoría de la línea (libro VI de la República). La Reminiscencia es una de las pruebas que demuestran la inmortalidad del alma.

La alegoría de la línea sigue unas serie de pasos para poder recuperar el conocimiento y purificarse. En un principio el alma, que se ubica en el mundo de las cosas, se encuentra en estado de conjetura donde solo percibe las sombras. El segundo paso es el de la creencia o la fe, donde comienza a percibir los objetos sensibles. El tercer paso el alma entra en el mundo de las ideas donde está en un estado de conocimiento discursivo y percibe objetos matemáticos. Y para finalizar, el alma se encuentra en un estado de intuición puesto que percibe las ideas y ha llegado a la purificación.

La división de las partes del alma Mito del carro alado (Fedro).

Según nos transmitió Platón, el alma es como un carro dirigido por auriga que representa un alma racional, del cuerpo representa la cabeza y como virtud la prudencia. Es el gobernador.

Dicho carro está tirado por dos caballos uno blanco y otro negro. El caballo blanco representa el alma irascible, de parte del cuerpo el pecho y de virtud la fortaleza. Es el guerrero.

El caballo negro representa el alma concupiseible, de parte del cuerpo el vientre y de virtud la templanza. Es el trabajador.
3. Relacionar el pensamiento de Platón con su marco histórico, sociocultural y filosófico.
Platón nace en el siglo V a.C., el denominado siglo de Pericles, quien murió poco antes de que naciese Platón, dejando a Atenas sumida en la guerra del Peloponeso contra Esparta, la cual ganará produciéndose en Atenas la sustitución de la democracia por el gobierno de los Treinta Tiranos, escogidos entre los que mostraba una postura más antidemocráticas y más a favor de Esparta, entre ellos, dos tíos de Platón. Por esta razón el filósofo confiaba en ese gobierno, sin embargo posteriormente se vio decepcionado y lo empezó a ver como una incompetencia política de crueldad y venganza.Con el fin del gobierno de los Treinta Tiranos se volvió a instaurar la democracia, la cual condenó a Sócrates (maestro de Platón), lo que supuso también una decepción también en el filósofo.

Este siglo fue el de máximo esplendor cultural en Grecia, el cual se había visto favorecido por la difusión de la escritura y el mantenimiento de una fuerte tradición de lenguaje hablado, donde era muy importante la figura del sofista (ejercían de maestros a cambio de dinero para aquellas personas que querían acceder al poder dentro de la democracia) a los que Platón criticará porque no enseñaban a descubrir la verdad, sino simplemente a convencer.

La figura más importante para Platón fue Sócrates, quien empleaba la misma habilidad que los sofistas en el arte de dialogar, pero para intentar demostrar las definiciones que proponía como verdaderas.

Platón fundó una escuela a la que llamó Academia, dedicada a la formación de futuros gobernantes, y en la que estudiarían sabios como Aristóteles.


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Aquí en este blog tendréis ayuda de todo tipo para aprobar bachillerato así como apuntes y exámenes que poco a poco iré publicando..
Un saludo.