La sociedad medieval presentaba una fuerte tendencia a la homogeneidad religiosa y cultural.
Sin embargo, fue común la coexistencia de distintos grupos (cristianos, judíos y mudéjares) en las
distintas poblaciones cristianas. Coexistencia conflictiva pues abundaron los casos de persecuciones
y enfrentamientos, viviendo las distintas comunidades física y jurídicamente separadas. No
obstante, existieron iniciativas para conocer y estudiar la cultura ajena, movidas las más de las veces
por un ánimo polémico. En la Escuela de Traductores de Toledo, creada en el siglo XII, se
realizaron traducciones del árabe al hebreo, griego o latín. El proceso era complejo, pues exigía
muchas veces una doble traducción (del árabe al hebreo y de éste al latín) El judío Juan Hispalense y
el clérigo Gundisalvo tradujeron las obras de Avicena, Alfarabí, Algacel y Ptolomeo; se realizaron
traducciones del Corán, así como de libros de Astronomía, Matemáticas, Medicina o Geografía. En
el siglo XIII, Miguel Scoto, auxiliado por el judío converso Andrés, traducía las obras de Averroes.
Gracias a esta actividad, la ciencia árabe llegó a Europa y los tratados griegos y latinos pudieron
salvarse y llegar hasta nosotros.
sábado, 21 de noviembre de 2009
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