sábado, 21 de noviembre de 2009

9.1. Los Austrias del siglo XVII. Gobierno de validos y conflictos internos.

El siglo XVII marca la decadencia del Imperio español, que pierde su hegemonía europea.
Reinan los denominados Austrias menores, que se caracterizaron por su escaso interés y capacidad
para gobernar. Estos monarcas adoptaron la costumbre de dejar las tareas de gobierno en manos de
sus favoritos o validos, que gozaban de gran poder. Este sistema supuso el triunfo de la alta
aristocracia. Felipe III (1598-1621) dejó el gobierno del reino en manos del duque de Lerma, quien
fue sustituido por su hijo el duque de Uceda (1618). Felipe IV (1621-1665) sucedió a su padre con 16
años. Dejó el gobierno del reino en manos de Gaspar de Guzmán, el Conde-Duque de Olivares que
intentó devolver a España su papel hegemónico. La dinastía de los Austrias terminó con el reinado
de Carlos II (1665-1700), monarca enfermizo e incapaz de gobernar, durante los primeros años fue
su madre, Mariana de Austria, la que tomó el gobierno y más tarde el poder basculó entre la
influencia del valido Fernando Valenzuela, de Nithard, confesor de la Reina, y del hermanastro del
Rey, Juan José de Austria.
Durante el siglo XVII España sufrió graves problemas: descenso demográfico debido a pestes,
hambrunas, emigración a América y expulsión de los moriscos (1609). A ello se unieron los
problemas agrarios pese a la introducción de nuevos cultivos (maíz, patata). Pero el problema que
tuvo consecuencias más graves fue el déficit de la Hacienda pública. Aparecieron las voces críticas
como los arbitristas (de arbitrio, solución) pensadores que culpaban de la decadencia española a la
política exterior de la corona y al atraso económico. Fue con Felipe IV cuando la Hacienda española
sufrió graves problemas como consecuencia de las continuas guerras, durante su reinado
aumentaron los impuestos como alcabalas y millones, se impusieron otros sobre el papel sellado,
tabaco, etc. Destaca la importancia de la venta de todo tipo de cargos públicos (venalidad). A esto
hay que añadir conspiraciones nobiliarias en Andalucía.

4 comentarios:

  1. Está muy bien explicado, me ha servido de mucha ayuda. Gracias.

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  2. y el parte del conflictointerno?

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  3. No está ni la mitad que le corresponde a este temilla. Os aconsejo que si os presentáis a PAU y queréis una buena nota pongáis más cosas.

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  4. Tras la muerte de Felipe II, se sucedieron tres reinados, cuyos monarcas renunciaron a ejercer personalmente las tareas de gobierno, que pasó a manos de los llamados validos, persona de confianza q toma las decisiones en nombre del monarca.
    El valido de Felipe III fue el duque de Lerma, quien coloco en los altos cargos a sus partidarios y familiares. En 1600. Le sucedió, su hijo el Duque de Uceda, que no fue capaz de solucionar los graves problemas de España. El hecho más destacado en política interior durante el reinado de Felipe III fue la expulsión de los moriscos decretada en 1609.
    Muy diferente a los anteriores fue el Conde Duque de Olivares, valido de Felipe IV. Puso en marcha una serie de reformas lo que provocó el rechazo general produciéndose importantes enfrentamientos(ideas unificadoras y problemas exteriores). Estos sucesos acentuaron la impopularidad del valido y en 1643 Felipe IV le apartó de la política, siendo sustituido por Don Luis de Haro, pero su caída no fue suficiente para restablecer la paz social.
    Durante la primera parte del reinado de Carlos II ejerció la regencia su madre, Mariana de Austria, quien confió el gobierno a validos. Durante la mayoría de edad de Carlos II primero gobernó Juan José de Austria, enemigo de la reina madre, y posteriormente el duque de Medinaceli y el conde de Oropesa, que llevaron a cabo una acertada política financiera de reducción de impuestos y contención del gasto público que acabará con la crisis del XVII y pondrá las bases de la recuperación del XVIII.

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