El desarrollo comercial en la Europa bajomedieval provocó la búsqueda de nuevas rutas de
explotación. Así, marinos genoveses llegarán a la costa atlántica de África a mediados del siglo XIII y
los aragoneses realizarán expediciones en el XIV. Buscaban nuevas vías de acceso al oro y los
esclavos africanos, los cereales, la caña de azúcar y las especias. Los Papas alentarán, además, un
espíritu misionero. En el siglo XV serán los portugueses y castellanos los que tomen la iniciativa.
Los primeros ocuparon Ceuta (1415), Madeira (1420) y Azores (1434) y exploraron la costa buscando
el camino a las Indias, a donde llegó Vasco de Gama (1498). Enrique el Navegante potenció
extraordinariamente los estudios náuticos en Portugal. En Castilla, Enrique III permitió la
conquista de Canarias a Juan de Bethencourt (1402) como vasallo suyo, aunque esta no se completa
hasta el reinado de los Reyes Católicos. La expansión de los reinos peninsulares consiguió una
enorme riqueza para la economía europea y el desarrollo técnico favoreció el posterior
descubrimiento de América.
sábado, 21 de noviembre de 2009
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