El bajón demográfico, traído por una serie de pestes unidas a la mortandad bélica, se une a las
malas cosechas que sacuden el siglo XVII, provocando una importante crisis económica en Europa,
salvo en Gran Bretaña y Holanda por el comercio marítimo, de la que España no se recuperará
hasta 1680, especialmente en la periferia que invierte ahora a su favor la tradicional superioridad
castellana. La expulsión de los moriscos (muy dañina en Aragón y Valencia), las bancarrotas por
deudas bélicas, los problemas de la cabaña ovina y las pañerías castellanas o las alteraciones
monetarias trazan un cuadro aún más negativo.
Ante esto la nobleza reacciona endeudándose para mantener su alto nivel de vida, la burguesía
especula con la Deuda Pública o la compras de tierras y los campesinos se endeudan por los altos
impuestos o los préstamos no devueltos por las malas cosechas.
sábado, 21 de noviembre de 2009
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fenomenal
ResponderEliminarGenial !! :)
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